lunes, 29 de marzo de 2010

Temáticas y participantes en las jornadas: Manolo Sáez (Asociación Zambra y Coordinadora Baladre)

En la primera charla de las jornadas el día 19 de Abril contaremos con Manolo Sáez, miembro de la Asociación Zambra y de la Coordinadora Baladre.

La asociación Zambra surgió hace 15 años a partir de unas escuelas de verano de trabajo social. Desde estos encuentros emergió este grupo que se caracteriza por la práctica de una acción social crítica, proponiendo un trabajo social desde la base, junto a los movimientos sociales, con un enfoque comunitario e incluso proponiendo el debate de la desprofesionalización. El desarrollo de estas ideas podemos verlo en el libro que coeditaron "Nuestros barrios, nuestras luchas" donde recogen una serie de vivencias de distintos barrios que hicieron frente a algún problema de una forma colectiva.

Baladre por su parte, con 13 años de experiencia, es una coordinadora de luchas contra el paro, la pobreza y la exclusión social, y sirve de nexo para los distintos colectivos que asumen esta lucha como Zambra. Dejemos que se definan ellos mismos:
"Entrando en el mañana cercano estamos empeñadas en recuperar la conciencia social sobre la realidad y los problemas que tenemos delante. Entendemos que estamos viviendo momentos de gran despiste colectivo y de huidas suicidas con grandes costes personales y colectivos. Queremos aportar nuestro trabajo militante para recuperar la ilusión colectiva por otra realidad nada parecida a la que vivimos en la actualidad, basando esta ilusión en la concreción de objetivos comunes un pensamiento individual que no obvie el/lo colectivo. Esto, pensamos que puede llegar, con una práctica cotidiana de salir al a calle, de estar ahí donde se dan los conflictos."
Como consecuencia de esta propuesta de acción comunitaria y desde los barrios, Manolo Sáez hace una crítica a la "peligrosa confusión entre empleo y lucha social" que según explica viene dada por la desactivación de los movimientos vecinales y barriales, y la separación entre movimientos sociales y vecinos, así como a "la confusión entre lo técnico y lo emancipatorio" que produce estas contradicciones en los trabajadores sociales, agravadas por la habitual precariedad laboral.

viernes, 12 de marzo de 2010

Proyección de Cortos: Economía Social y Medioambiente






























El Miércoles 17 de Marzo a las 19:30 horas realizaremos una proyección de cortos sobre Economía Social y Medioambiente.

Además también hablaremos de la situación de las jornadas de Trabajo Social y Autogestión, ya prácticamente cerradas.

La proyección será en el Centro Social Sestaferia, situado en la calle Joaquín Alonso Bonet nº3, en el local de la antigua sidrería La Llosa, muy cerca de la estación de trenes.
Click aquí para localizarlo en google maps.

Organiza: Asamblea de las "Jornadas de Trabajo Social y Autogestión" (Xixón del 16 al 23 de Abril).
Contacto: trabajosocialyautogestion@yahoo.es

martes, 9 de marzo de 2010

Temáticas y participantes en las Jornadas: Guillermo Rendueles

Uno de los participantes en estas jornadas será el psiquiatra gijonés Guillermo Rendueles. Con varias décadas de experiencia en la sanidad pública, durante los años 70 fue uno de los impulsores del movimiento conocido como antipsiquiatría que supuso (y supone) una crítica radical al modo de atención a los pacientes, tratando de huír de la medicalización, del etiquetaje, de la categorización de las enfermedades y en definitiva de la individualización de los problemas colectivos.
«En alguna ocasión he manejado la metáfora de la psiquiatría como Coche Escoba de la medicina social».
«El niño no educable en la escuela acaba en el psiquiatra . El ama de casa quejica de dolores a los que no se le encuentra causa física el psiquiatra la etiqueta de somatizadora y le da ansiolíticos. El comercial que no duerme y abusa del alcohol de nuevo ansiolíticos. Todo con tal de no cuestionar la escuela, el hogar o el comercio como focos de alienación y mala vida que hay que transformar o destruir.»
También es conocido por su crítica social que supone una extensión de esos principios a través de los cuales critica la destrucción de la conciencia colectiva y la actual visión de los problemas sociales como problemas individuales y personales:
«Resulta que el jefe se ha convertido en perseguidor, un paranoico que me persigue a mí por algún problema íntimo y, en vez de buscar un consejo obrero, me busco un psiquiatra, que defina los términos en clave íntima, y trato de hacer alianzas puramente interiores»
No parece muy difícil establecer paralelismos entre esa psiquiatría de la que nos habla Rendueles y el Trabajo Social más generalizado. En su intervencion tratará de responder a preguntas como:
«Trabajar, ¿cansa o quema?. ¿Necesito un psicólogo o un comité de empresa?»
«¿Qué consuelo puede dar un psicólogo al familiar de un muerto? ¿No sería mejor un oído familiar o íntimo que un oído de alquiler?».

domingo, 7 de marzo de 2010

Temáticas y participantes en las jornadas: Enrique Martínez Reguera

Otro de los participantes con que contaremos será Enrique Martínez Reguera, psicólogo, pedagogo y educador entre otros roles. Lleva toda una vida dedicada a la pedagogía infantil, centrada en niños marginados, desde una visión en la que les ve como seres completos y con potencial para autodesarrollarse, y donde el educador no debe ser un tutor que le juzgue y le controle, si no una persona que en todo caso le ayude a descubrir sus potencialides.
"Los únicos especialistas en marginación son los propios marginados. Y ellos no precisan de tutela ni beneficiencia, ni de cultivados técnicos u obstinados pedagogos. Respiran de lo que respiramos todos: del respeto que se les tenga, de la justicia que se les otorgue, de algún espacio en el que habitar y algunas posibilidades en las que sentirse útiles."
Todo esto está muy bien, ¿Pero en la práctica qué? Precisamente esto es lo que hace que Reguera no sea un pedagogo más, ya que tiene la autoridad moral que le da el haber criado a más de 50 niños y adolescentes a los que acogió en su casa en distintas etapas, conviviendo con ellos, y ayudando a su desarrollo huyendo de autoritarismos y paternalismos, acompañándoles en su crecimiento y ayudándoles a descubrir sus virtudes.
"También me gustaba que los críos dispusiesen de un espacio personal, que fuera como el arca de sus secretos, o el baúl en donde atesorar sus chucherías, un cajón abierto pero de uso exclusivo de cada chaval. Carlitos tenía el volumen de aquel cajón repleto de cajitas de cerillas, nuevas, idénticas entre sí y vacías, ¿para qué querría aquel panal de huequitos en orden perfecto?. Tiempo después se atrevió a explicármelo: diecinueve cajitas o las que fueran a lo largo, once o las que fueran a lo ancho y cuatro o las que fueran a lo alto, y en ese lugar exacto estaría escondido su secreto, por ejemplo un anillo de oro o cualquier billete bien doblado. Sin saber la combinación, variable a su capricho, o sin ir abriendo de una en una todas las cajitas, nadie podría encontrarlo. Con ocho años Carlitos acababa de inventar el arte combinatorio, que protege y constituye la clave de toda caja fuerte, y el psicólogo del colegio se empeñaba en convencemos de que el niño tenía un coeficiente muy bajo."

El Martes 20 de Abril tendremos la oportunidad de escuchar a Reguera, de aprender de sus experiencias, y de preguntarle por esa extraña manera de tratar a los niños y adolescentes excluídos en la que en vez de golpes, miedos y cárceles hay responsabilidad, cariño e incluso finales felices.
"Lo que realmente le ocurría a José Ángel era el ser un niño muy lúcido, muy resuelto, con una acometividad impetuosa, y arrebatado de rabia.

Rabia por los desprecios y penurias de que habría sido objeto su madre en el pueblo, cuando él era muy chiquito, rabia de que las instituciones le hubiesen recluido en un orfanato, la propia rabia que cría el orfanato, rabia de que luego le echaran a nosotros y rabia contra nosotros, como verdaderos cómplices, por haber encajado tanto desatino sin rechistar; ¡qué razón tenías chaval! pero entonces yo era tan candoroso que me imaginaba en territorio neutral y como un cuerno de la abundancia rebosante de bondades. Rabia pues, por todo y contra todo.

[...]
Quién nos lo habría de decir, de tanta rabia tanto cariño."

viernes, 5 de marzo de 2010

De la rutina a la autogestión

8:56, muy bien, otro día que llego tarde a clase. ¿Esta puerta era de empujar o tirar? Accedo a la universidad tras un par de intentos. Cruzo el pasillo a toda velocidad, sorteo hábilmente a una limpiadora, y por último logro apagar el mp3 mientras esquivo a un grupo de chavales.
- “blablablautogestiónblablabla”.
Me suena, pienso por un segundo. ¿De qué asignatura era?. Pienso durante otro segundo, exactamente lo que tardo en alcanzar la puerta del aula de segundo. La abro con todo el sigilo del mundo, sin hacer absolutamente nada de ruído, pero da igual, es inevitable que al entrar, por un instante, toda la clase se vuelva hacia mi. Me siento rápidamente y abro los apuntes por la misma hoja que el compañero de al lado. Durante unos minutos pongo todos mis sentidos (a esas horas unos 3 ó 4) a disposición de la profesora. Y es que no digo que Ander Egg no sea interesante, pero a las 9 de la mañana y después de haber dormido regular... Decido abstraerme un poco. Bueno mucho. Y bueno tampoco es que lo decida, eso es algo que sucede sin más, tú estás mirando para la profesora asintiendo y de repente te sorprendes pensando en cuánto falta para el Viernes, o en cómo se titulaba aquella canción. Regreso a la tierra. Mira eso era un buen título. Vuelve la palabra a mi, autogestión, precisamente como esa canción que no te sacas de la cabeza pero que no sabes donde la escuchaste ni de quien es. ¿Será de métodos o de comunitario? La canción no, el concepto. Segundo aterrizaje. Vale, ahí está la posible solución, es algo que explicaron a las 9 de la mañana un día que había dormido mal, y seguramente empezaron con un “esto no es muy importante pero…”. Mmmm… ¿Estaba relacionado con la capacitación, el empoderamien…
- “Y con esto hemos acabado el tema. Hasta mañana.” – Tercer y último aterrizaje.
Pasó rápido la clase. Recojo los apuntes, la chaqueta, y andando. Ligeros remordimientos por haber perdido el tiempo seguidos de un “por lo menos vine a clase no como fulanito”.

Empieza la siguiente clase. 10 minutos más tarde no me digáis por qué giro la cabeza hacia la puerta a la vez que toda la clase, y en ese momento el pomo gira y entra un chaval. Se sienta al lado mío y bostezando mira mis apuntes a ver por donde vamos.

Otra clase, recreo, otra y pa casa.

Esto no puede quedar así. Google.com, autogestión, buscar. Bueno por qué complicarme la vida. Wikipedia.org, autogestión, ir. Esto puede valer:
“Etimología: auto: sí mismo, gestión: manejo; manejo directo de algo por parte de sus mismos actores.”
“Autogestión en medicina y asistencia sanitaria, la suma de intervenciones,
entrenamiento y habilidades por las que los pacientes con alguna dolencia pueden cuidarse a sí mismos efectivamente o aprenden a hacerlo.”
Vaya, no suena mal, ¿Y qué hacían estos chavales hablando de eso en los pasillos de la universidad? ¿Entra en algún examen? ¿O un trabajo? No queda otra, nadie se pondría a hablar de algo así si no fuese por algo de esto. ¿O sí?

Creo que iré a preguntárselo directamente.

trabajosocialyautogestion.blogspot.com